jueves, 23 de agosto de 2012

Santa Anna: el dictador resplandeciente – Rafael F. Muñoz


Ésta es la mejor biografía que existe de Santa Anna. No es la más completa, debo decirlo, pero es, y con mucho, la mejor escrita. Se la debemos al escritor chihuahuense Rafael F. Muñoz, quien la publicó en 1938. Desde entonces, como uno de esos libros clásicos de la historiad de México, ha estado presente creo de manera regular en las librerías y aparece comúnmente en la bibliografía de los más recientes biógrafos de Santa Anna.
Aunque nos legó esta gran biografía, Muñoz no demostró en su obra ser un experto en la historia de México del siglo XIX. Tal vez lo sedujeron más la revolución y Villa, porque ahí, en ese período y en ese hombre, centró la gran mayoría de su producción literaria. Santa Anna: el dictador resplandeciente es un paréntesis dentro de su obra, pero no por eso deja de ser el mejor libro que existe para acercarse a aquel hombre que amó mucho a su país, pero que lo destrozó porque se amó más a sí mismo, como casi cualquier hombre. 
¿Alguna vez alguien se imaginó una biografía de Santa Anna, del protagonista de las más grandes desgracias de México en sus primeros cuarenta años como país independiente, que fuera divertida? Pues ésta lo es. El estilo totalmente desenfadado de Muñoz, en una época temprana, cuando los escritores mexicanos aún no se desprendían del todo del formalismo literario que venían arrastrando, nos lleva a adentrarnos en la biografía del César mexicano sin rencores, fuera del papel de jueces omnipotentes, a pesar de que en la niñez en la escuela nos enseñaron a odiarlo, método éste que busca cargar sobre un solo hombre los fracasos de todo un país.
Muñoz biografió a Santa Anna tratándolo como a un simple personaje histórico, como si hubiera biografiado a Marco Antonio o a Aníbal, quitándose de encima esa herida que no sana nunca, que el sistema educativo mexicano transmite a cada niño como si fuera un estigma hereditario, pretendiendo que la lleve por toda la vida.
En esa época, cuando tenía pocos años de terminada la revolución y la omnipotencia del Estado pesada en todo lo escrito, era común que sobre unos pocos personajes recayera el peso de los fracasos del país. Santa Anna, Miramón, Porfirio Díaz y otros eran los chivos expiatorios a los cuales se podía culpar de los defectos de una cultura que se ha negado a cambiar porque sencillamente así son las culturas, inmutables aunque pasen siglos. Pero todos esos prejuicios y odios algunas veces legalizados, no influyeron sobre Muñoz a la hora de escribir este excelente ensayo.
En Santa Anna: el dictador resplandeciente conocemos de manera parcial no a un monstruo lleno de maldad que se empeñaba en aplastar a sus compatriotas, sino a un mexicano como hay tantos, sobre el que otros depositaron grandes responsabilidades porque tenían miedo de hacerse cargo ellos.
A pesar de que era un mal militar, de que tenía el egoísmo y el rencor como sus vicios menores, y de que probablemente -detalles nunca aclarados- fue un traidor, Santa Anna estuvo, mientras pudo, en las batallas más difíciles que enfrentó México en aquellos tiempos. Cuando ya no tenía fuerzas ni buena vista todavía quería ir a los campos de batalla. Eso no lo hace un cobarde. Santa Anna era más valiente que muchos de sus contemporáneos y muchos de sus sucesores. ¿Dónde estaba el gran Villa, por ejemplo, cuando fue invadido el puerto de Veracruz? Si algo sabemos de Santa Anna es que habría ido incluso solo y arrastrando su pata de palo.
Hacen falta buenos libros para conocer al verdadero Santa Anna, y éste es uno de ellos, bien escrito, imparcial y también muy divertido. Lo recomiendo ampliamente.

1 comentario:

  1. La mejor biografia de Santa anna no es esta, es la de WIll Fowler " Santa anna de Mexico" esta si es la mejor y lamentablemente es practicamente desconocida

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